Algarrobos, higueras, olivos y almendros son bien comunes en el campo ibicenco, los almendros de Santa Inés en enero y febrero son una visita imprescincible en invierno. Pino, savina y enebro junto con alguna encina pequeña son los árboles predominantes en los bosques.
Como fauna autóctona podríamos hablar durante horas de la que existe bajo el agua, de nuestro pescado y marisco, pero eso es algo que tendrá que ser en otra ocasión. En tierra, la fauna viene marcada por pequeños mamíferos casi todos nocturnos : gineta, marts, fures y erizos y por la presencia de nuestra famosa lagartija.
Hay diferentes tipos de lagartijas y colores dependiendo del grado de aislamiento al que haya estado sometida la zona ( en el islote de sa Conillera, son negras completamente, no tienen ese verde brillante ). Y es la especie que a la vista está siendo más castigada por las víboras y culebras hasta ahora inexistentes que han llegado desde fuera de la isla en árboles frutales y ornamentales.
Un dato que se suele desconocer es que en Ibiza y Formentera fueron hasta la llegada del ser humano el único área del mediterráneo donde no existían mamíferos terrestres…por eso se decía que era el territorio que contenía la anomalía faunística más notable del área y que sólo se podía encontrar algún paralelismo con las más lejanas de las islas del pacífico, tales como Hawai.
En cuanto a aves : lechuzas, perdices, cernícalos ( xoriguer), gaviotas, cormoranes, virots ( pardelas ) en la parte de los acantilados de la Mola ( y en alguna zona del norte de Ibiza) . En las zonas húmedas de ses Salines de Ibiza y Formentera podemos encontrar flamencos en invierno, así como pequeñas garzas, y cierto número de aves acuáticas.